miércoles, 23 de octubre de 2013

Cuando las frases de la abuela cobran vida

Es casi como si estuviera releyendo mis aventuras, parece ridículo si lo veo con la mirada perdida de los años pero resulta que cada vez que creemos ser seres maduros, inteligentes capaces de aprender y aprehender de nuestros errores nos encontramos con seres, seres como yo.
No quiero volver a lo mismo pero lo mismo hoy se puso tan entretenido pero cuando deje de ser lo mismo ya no sera divertido y querré (lo sé) de nuevo lo otro.
Puedo perseguirte cual coyote pero creo que mis energías se desvían y lo peor vuelvo a no sentirme culpable de esto, pero si siento la culpa, la culpa maldita de saber que eh violentado mi propio cuerpo.
Siento que hoy decidí ir caminando por el desierto porque los espejismos me entretienen y tu ya dejaste de hacerlo, siento que si quisiera morir seria secándome bajo el sol y no bajo tu absurda indiferencia.
Lo puedo sentir hasta en la punta de mi dedo del pie, como se erizan y retuercen a mi semejanza, después de ya casi 5 años sigo siendo la misma oscura y retorcida de siempre.
Me encantaría decirte hoy que seré lo debo ser y me comportare como te dije que lo haría pero hoy soy débil lo eh vuelto a ser y no fue por tu culpa, yo siempre estuve loca.
Quizás hoy mi vida gire entorno a los espejismos y lo mucho que me gusta el desierto pero espero que me ayudes a volver a nuestro camino amarillo y no te vuelvas a adelantar porque sola me pierdo y me gusta.

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